- El Gobierno Federal sabe que el megaproyecto es un error y busca minimizar su impacto ambiental a través de un tramo elevado en el Tramo 5
- El Tren Maya tendrá un presupuesto de más de 63 mmdp para 2022, mientras que en la entidad del tramo elevado 47 por ciento de la población vivía en pobreza hasta 2020
Después de que la Presidencia de la República reiterase que se buscará construir un piso elevado para el Tren Maya en el Tramo 5 de su ruta, el cual conectará Cancún con Tulum, en Quintara Roo, el Presidente Nacional del Partido de la Revolución Democrática, Jesús Zambrano Grijalva, aseguró que “la sociedad mexicana requiere mayor cobertura y calidad de servicios, no un “segundo piso” para el Tren Maya. Este proyecto es un error desde su inicio y ahora están buscando maneras de reducir el enorme impacto ambiental y económico que tendrá para la península de Yucatán”.
Si bien el Gobierno Federal había anunciado desde marzo de este año que el Tramo 5 sería elevado, a propuesta de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en días recientes se reafirmó esta decisión. Debido a que sería “más difícil” obtener un derecho de vía en esta zona, se aprovechará el que ya existe para la carretera de la Riviera Maya y se construirá sobre esta un piso elevado.
Este megaproyecto recibirá para 2022 recursos por un total de 63 mil 231 millones de pesos, de acuerdo con lo marcado por el Presupuesto de Egresos de la Federación. No obstante, esta cifra contrasta con los niveles de pobreza en Quintana Roo, entidad en la que se realizará el “segundo piso” del tren: hasta 2020, 47.5 por ciento de la población vivía en pobreza y 10.6 por ciento en pobreza extrema. Los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social también señalan rezagos importantes en la entidad en materia de acceso a la educación, servicios de salud, alimentación de calidad y seguridad social, entre otros rubros.
Asimismo, estudios del propio Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) han presentado datos que indican el potencial riesgo de al menos 19 ecocidios en el sureste de México. Esta ruta de devastación ambiental estará marcada por los llamados “polos de desarrollo”, los cuales serán creados y promovidos por el Gobierno Federal para urbanizar la zona que recorrerá el tren. Sin embargo, estas iniciativas ponen en grave riesgo zonas naturales como la Reserva de Calakmul, ubicada en Campeche.
“Lo que está ocurriendo con esta obra faraónica es un ejemplo de la manera en cómo se ha gobernado en lo que va del sexenio: se asignan presupuestos de miles de millones de pesos para proyectos que no son prioritarios mientras la pobreza crece, además de que se continúa delegando tareas civiles a las Fuerzas Armadas y destruyendo ecosistemas”, señaló Zambrano Grijalva.
Por este motivo, el dirigente perredista destacó que es urgente un cambio de rumbo en la manera de gobernar a México. “Urge reenfocar los esfuerzos gubernamentales para atender las causas de la gente”, destacó.
